Dicen estos que adoran a las culturas extrangeras más en estos tiempos de parecernos a los soviéticos, que lo propio es rendir culto al ego prefieren rendir culto a los extrangeros porque es "hermandad". Destruyen las indutrias nacionales para comprarle a las foráneas con el cuento de que es hermandad lo cual en otro país es "violación de la soberanía y a la seguridad nacional".
Ojalá que promulguen una ley similar para buhoneros, periodistas, mototaxistas, heladeros, cachifas, y demáses.
Marcos Pérez Jiménez no hubiera permitido esta transmigración de delincuencia panamericana.
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