24 feb 2013

Sube la matricula Educativa

No es por aguarles, la fiesta a los dueños de instituciones privadas educativas, no. Pero así, como la IUPEL, va a marchar en la semana porque su sueldo no se equipara en tantos dolares, imaginen la que tenemos que apechugar "Los Escalos de los siguientes institutos, en donde la hora académica, en el Instituto Antonio Jose de sucre y su filial el Politecnico Santiago Mariño, no pasa de bsf 8" y además que siempre tienen un peloteo para no pagarte a tiempo, se hacen los rusos con tu miseria. El IUTIRLA; es un poquito más decente, pagan a bsf 15 o 20, pero los coordinadores te hacen la vida imposible, para que te retires, y así ellos meter a sus amigos, o ellos mismos se ponen a dar clases para su rebusque. 

Un profesor, o un profesional, que se dedique a la docencia, es un reo perpetuo de miserias, malos tratos y exclusion, en el IUDERP por ejemplo, el enano siniestro-dueño, junto con su claque de jalabolas, deciden la vida, pasión y miseria del profesorado, no existe  caja de ahorros, prestaciones sociales, en fin, que como buena institución heredada de otro enano siniestro militar es lo más esclavista.

Señores de la IUPEL reunanse con docentes de las instituciones aqui mentadas, para que aprecien que ustedes van en gondola y gandola, frente a este grupo de profesores de estos institutos. La misma letania, se cumple en las siguientes instituciones: UCSAR, UCAB; Alejandro de Humbolt, IUPG, IUDAG, IUNP, IVAL,Universidad Santamaria y todos aquellos institutos educativos privados.

Lo triste, es que a nosotros solo nos queda la queja anonima o irnos, como nos dicen, cuando solicitamos una mejora para nuestros salarios.

El caso más extraordinario es el IUJO (instituto universitario jesus obrero, parece más bien un grito de joselo), la directiva realiza convivencias con los profesores, donde los adoctrinan en la teoria, del que ser pobre es bueno. Que las riquezas materiales son malas. Claro ellos dandose buena vida los hijos de putas curas, con aquellos carrotes, y uno a pie arriesgando la vida en esos institutos, donde el malandraje es doble, los alumnos y los del entorno.

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