24 mar 2011

Ayuno Nacional

¡Cuánta Palabra, anuncio, cadena y promesas¡ para ocultar nuestra triste realidad y dara la falsa impresión de que el Gobierno se desvive por los pobres y estos se lo creen. La política siempre es un torrente de promesas. En parte es inevitable y no es malo si van preñadas de realidades y proyectos, pero estamos llegando a extremos inauditos de hipocresía que, con la palabra "revolución", quieren tapar las verguenzas de la realidad desnuda. Ante la Universidad que está en quiebra y el país que tiembla por el secuestro y la inseguridad, se anuncian leyes "revolucionarias" y operativos para impresionar. Terrible nos parece el encadenamiento de las cadenas bilingues con los chinos para causar la ilusión de que los asiáticos no dejarán una familia sin vivienda digna. Se denuncia la corrupción, pero se silencia el escándalo multimillonario del señor Illaramendi con los fondos de jubilación de Pdvsa; un gobierno honesto empezaría con la renuncia o destitución del ministro Ramírez.

Gobierno y Oposición tienen que sincerarse en esta emergencia nacional con la educación y la producción deprimidas, el clamor contra la descarada corrupción multimillonaria y el rescate de las empresas básicas de petróleo, petroquímica, aluminio, hierro, electricidad, alimentos...

Los países atrapados en el engañoso diálogo de promesas revolucionarias de dictaduras petroleras con pueblo pobre, como libia, sirven para enriquecer a los dictadores, que se convierten en criminales. El diálogo para salir de la pobreza venezolana es entre la transformación educativa y productora de todo el país con la oportunidad para serlo. Luis Ugalde

1 comentario:

  1. Ignoramos si será un buen Presidente, se presume que si por sus éxitos enpresariales. Pero, una cosa es dirigir una empresa exitosa y otra gobernar un país, sobre todo esta mezcla de bochinche, irresponsabilidad, flojera, improvisación, desorganización, indolencia y pasividad que es Venezuela.

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