Sala Eugenio Montejo/AntonioLópezOrtega,ElNacional 1-03-11

"La vida pública Venezolana convive mal con sus escritores o artistas. En otras culturas plazas y calles llevan sus nombres, pero aquí apenas aseguramos la circulación de sus libros u obras. Es una condición que tristemente se mantiene en el tiempo, pero que habría que revertir. Preferimos adornas nuestras calles o plazas con nombres de personajes históricos o héroes de guerra o políticos. Pero nuestros escritores y artistas, los de hoy y los de siempre, sin buscar títulos nobiliarios, han imaginado este país como nadie: lo han conocido a fondo, lo han imaginado de todas las maneras posibles, lo han sufrido yreverenciado, lo han llevado en sus cárceles y en sus momentos de reconcialiación, lo han hecho trascendente para las nuevas generaciones. Son los verdaderos héroes, aunque  no lo sepan y no lo quieran, porque son los que más lo han amado, en las buenas y enlas malas, en la felicidad y en el tormento. Y entre ellos, como otros, héroe anodino como pocos, la figura de don Eugenio Montejo, quien aún toma café frente a la plaza de los Palos Grandes, sentado en un banco, cerca de la sala que ahora lleva su nombre, viéndonos desde la otra esquina del tiempo, como pudieron haberlo hecho Pessoa, Cavafy o Cernuda..."

Hasta aquí, todo va del carajazo, pero, mis queridos lectores, las cosas son como son. Todavía llevamos el plomo en el ala de la Capitania General. Nos quejamos que este es un gobierno Palero y Santero. Pero en el fondo el venezolano es así, como le gusta un muerto, para ponerle su nombre a cualquier edificio o institución, El mejor ejemplo es la casa que vence las sombras, La universidad Central de Venezuela, allí nada lleva el nombre de un héroe civil vivo, sino muerto, mejor porque así no cobra. Tanto que dio en vida Aquiles Nazoa, pero no nosotros nada en vida todo en muerte, apenas murió el Ruizseñor de Catuche, y salieron cual tabaratos dame dos, a ponerle su nombre a Bibliotecas, colegios y demases.

Y lo triste, es que esos señores que se encargan de colocarle nombres a las instituciones, odian la lectura, la cultura, y todo lo que sea expresión del ser humano. Lo de ellos es la recompensa política, el figurar, decir un discurso vacio, pronunciando palabras que no entran en su entendimiento y en el de sus oyentes.

Por eso, un Chávez, se nos metió por la calle del medio y no hubo nadie, que lo parara. Por cosas como esas, es que llevamos como 90 años de atrasos en el acontecer humano. Por que somos un país de nulidades engreidas y reputaciones consagradas. Mucho doctorado, mucha pose, pero nada de ejecución.  Qué Fallo.....